Négone – La fuga
Négone fue el primer juego de realidad interactiva. A medio camino entre los videojuegos y los juegos de rol en vivo, Négone plantea un nuevo concepto de ocio, convirtiendo a sus jugadores en los protagonistas reales de una aventura. El jugador entra en el tablero de juego, es el protagonista. Es una experiencia inmersiva e interactiva: en un espacio físico (siempre en interiores), se recrea una aventura a través de estancias o escenas. El jugador debe avanzar por las escenas, interactuando con su entorno para conseguir cumplir su misión. Además, deberá demostrar su habilidad física, su ingenio y su imaginación para superar los retos con los que se encontrará en las distintas estancias. Sus acciones en el juego determinarán su aventura, una aventura dinámica en la que el jugador es el protagonista, en la que los puntos, los objetos conseguidos, la vida… Determinarán el éxito de su misión.
El juego se inauguró un local en pleno centro neurálgico de Madrid, frente al estadio Santiago Bernabéu. Se decía que el próximo Négone contaría con la Versión 3.0 del juego, que según los planes de la empresa incluiría otros entornos como telefonía móvil, WWW e incluiría robots dentro del juego, cuya misión sería atraparte y matarte (virtualmente).
El local reproducía más de 20 salas de una prisión futurista del siglo XXXI llamada Mazzinia. Estas salas estaban completamente ambientadas en cuanto a su estética, iluminación y sonido, logrando en los jugadores un nivel de inmersión asombroso. El argumento de la historia nos sitúa en el siglo XXXI. Hemos sido encarcelados en la más moderna de las cárceles: Mazzinia, y debemos escapar. En este futuro un solo organismo gobierna toda la tierra y ha desarrollado sofisticados sistemas de control sobre todos los seres humanos, encarcelando a todos aquellos sospechosos de cuestionar cualquiera de las consignas impuestas. Pensar, sentir y dudar es un delito. Mazzinia es la cárcel perfecta: Un inexpugnable centro de reclusión de máxima seguridad y última tecnología.
Cada jugador recibe en la puerta una pequeña consola que debe colocarse en la muñeca y una tarjeta que le permitirá cargar en su miniordenador la aventura que vivirá. Al inicio del juego el jugador es conducido a unas celdas, y desde ahí, comienza su aventura. Atravesando los vertederos de la cárcel, las zonas de carga y descontaminación, el jugador tendrá que llegar hasta las zonas prohibidas, el laboratorio, el arsenal —repleto de rayos láser que debemos esquivar—, el sistema vital —una increíble piscina de bolas—, el puesto de mando y el Sistema Central ente otros. Todas las pruebas que el jugador encuentra en su camino requieren concentración, imaginación e ingenio, además de rapidez, ya que el tiempo es limitado. Pero no todo esta en contra. Un grupo de hackers rebeldes nos ayuda desde el exterior: el Comando Mazzinia Libre. Con su ayuda, y siguiendo sus instrucciones el jugador puede conseguir escapar.